La psicología perinatal se ocupa de atender a la familia en el proceso de gestación, parto y puerperio.

Convertirse en padres es un proceso altamente exigente, está sujeto a grandes cambios en todas las esferas de la vida. Los cambios incluso los elegidos y favorables llevan asociados altas dosis de estrés. Es una crisis vital importante que exige una gran adaptación por parte de todos los miembros de la familia. La ambivalencia emocional forma parte del proceso, y es normal que emociones agradables como la ilusión y la alegría vayan de la mano del miedo, y la incertidumbre.

Sentir cosas contradictorias es normal y muy frecuente. Pero no siempre lo entendemos y aceptamos.

Yo os ofrezco acompañaros en este proceso. La preparación psicológica del parto puede naturalizar el proceso tal cuál es, liberando el sufrimiento añadido por cómo creemos que debería de ser.

Sabemos que el vínculo con el recién nacido es un protector frente a las adversidades de la vida. Prepararse para favorecer la creación de un apego seguro con nuestro bebé es la mejor manera de recibirlo, pues hoy sabemos que un buen vínculo es una garantía de salud física y emocional.

Las dificultades para concebir y los tratamientos que conlleva pueden provocar también mucha emocionalidad negativa en la pareja. Poder abordar estas dificultades facilita este proceso.

La psicología perinatal atiende también las pérdidas que en este contexto se pueden producir, aproximadamente un quince por ciento de embarazos acaban en abortos espontáneos. Es un duelo que muchas mujeres viven en silencio, con incomprensión del entorno, que no entienden el intenso dolor emocional que puede acompañar esta situación. Para los hombres, también es una situación difícil, ellos también la sufren, pero desde la banda, con confusión, pues saben que en este caso la protagonista es ella. Es difícil para los dos hacer el duelo por una pérdida tan invisible como esta.

Cuanto más avanzado esté el embarazo, mayores dificultades se plantean, pues más tiempo se ha vivido junto a la criatura que no llegará.

Así pues, vemos que son muchos los desafíos que tienen que afrontar las familias que desean crecer. La ayuda profesional es un valioso apoyo para momentos tan delicados.